La sombra que provoca tu estancia,
y el hueco que no dejaste en mi vida,
son cosas muy sabias y muy humanas,
que envían mi cielo a la deriva.
.
De tu boca salen mentiras,
cocinadas con cuidado,
y hasta alguna vez hervidas,
y peladas al volado.
.
Pero sigues sonriente,
porque tu tienes voz,
voz en lo que nadie sabe,
por eso difamar es mejor.
.
Y en tus labios reposa la ponzoña,
que me has inyectado sin dolor,
que me hace ver como un monstruo,
ante las personas de la promoción.
.
Porque tu no tienes alma,
porque no eres mujer,
porque yo intento ser fuerte,
porque sé que vas a perder.
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