Enloquéceme como antes,
haz que mis venas se desgarren,
haz que mi boca te muerda,
haz que mis uñas te arañen.
.
Abrásame con locura,
miénteme y regálame una rosa,
cárgame con esas manos temblorosas,
haz que de mi cuerpo salgan moras.
.
Bésame la espalda,
haz que te acaricie,
que no pare el frenesí,
que mi pierna se deslice.
.
Cúrame el moratón que han dejado tus palabras,
besa mi pecho,
produce magia,
quítame, lento, las bragas.
.
Besa mi nuca,
y poco a poco ve a mi cuello,
temblando despacio,
viviendo en silencio.
.
Mírame a los ojos,
y susúrrame eso al oído,
ríete despacio,
vivamos del cariño.
.
Mantén la cabeza en alto,
o pégala a mi vientre despacio,
siente mi piel hecha miel,
no estás a dieta, no te prohíbas comer.
.
Que la poesía te cause calor,
que mis ojos emanen perdón,
que la ropa que me quitaste,
vaya haciendo huelga,
porque me dejaste.
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